Para muchos padres, una rutina nocturna fija es una parte importante para terminar el día en paz con su bebé. Sin embargo, especialmente en los primeros meses, puede ser un desafío encontrar y establecer una rutina nocturna fija con su bebé. Pero vale la pena, porque se ha demostrado que los niños se benefician a partir de las 4 semanas aproximadamente. Puede que todavía no sean capaces de utilizar palabras o incluso de entenderlas, pero han estado intentando comprender cómo funciona el mundo que les rodea desde el principio. Con un poco de paciencia, mucho amor y, sobre todo, constancia, una rutina nocturna puede ayudar a que tu bebé se sienta seguro y pueda conciliar mejor el sueño.
Nuestra educadora y experta en sueño infantil, Lina, comparte contigo sus 3 consejos para terminar el día con tu bebé con suavidad:
1. NUTRIENTES IMPORTANTES POR LA NOCHE
Lo mejor es comenzar tu rutina nocturna con tu bebé con la última sesión de lactancia y alimentación . No sólo le proporcionas a tu bebé todos los nutrientes que necesita, sino que también creas un valioso y relajante momento de cercanía y seguridad al mismo tiempo.
2. BAÑO Y MÍMO PARA MOMENTOS ESPECIALES DE VINCULACIÓN
Después de amamantar o alimentar, ahora puede preparar a su bebé para acostarse. Esto puede parecer muy diferente e individual para cada uno. Por ejemplo, algunos bebés disfrutan bañarse, mientras que otros pueden estar demasiado cansados para ello.
Nuestro consejo: Mima a tu bebé al final del día con nuestro aceite de almendras para bebés natural de alta calidad . El aceite no sólo garantiza una piel del bebé nutrida y suave como el terciopelo, sino también momentos de unión muy especiales entre usted y su bebé. Después del baño, envuelve a tu bebé en una toalla suave y sécalo suavemente. Luego puedes envolverlo y hacerlo.
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3. TIEMPO DE ABRAZOS CON MUCHA CERCANÍA
Después, tu hijo necesita sobre todo una cosa: ¡mucha cercanía! Para este momento especial de abrazos, primero debes crear un ambiente agradable, oscuro y tranquilo para dormir.
Toques suaves, melodías relajantes o ruidos suaves de fondo le dan a su hijo una sensación de seguridad y le permiten calmarse gradualmente. Por ejemplo, puedes simplemente colocar tu mano sobre su estómago y acompañarlo suavemente hasta que duerma. Si tu bebé se ha quedado dormido, puedes salir tranquilamente de la habitación.
PARA NIÑOS MÁS GRANDES Y NIÑOS
Los niños mayores y los niños también se benefician de una rutina nocturna . Y aquí también los principios básicos son los mismos: crear un ambiente relajado, introducir actividades nocturnas amorosas y rituales de relajación fijos y brindar a su hijo mucha cercanía y seguridad al final del día.
Lina Maria Schön Soy educadora y certificada. Experto en sueño familiar